martes, 26 de julio de 2011

Era un caballito de mar, que no sabía nadaaaar...

Mis fieles lectores (jajajaja) recordarán una entrada que publiqué hace tiempo sobre una nana que le canté a mi Pinchiño de 26 años para dormir (aquí).

Pues bien, estos días, que anda obsesionado perdido con la saga de Juego de Tronos y ya se fundió los dos primeros libros, me pidió que le hiciera un marcapáginas. "Hazlo como quieras, como se te ocurra", me dijo. Me acordé de la nana, rescaté las cartulinas y los rotuladores y salió esto:





Por delante, un caballito de mar que viaja en el tiempo con un reloj de arena (es que un reloj de arena era más fácil de dibujar que el Delorean de Marty McFly, jajaja).





Por detrás, una cartulina de otro color ilustrada con palabras referidas al tiempo.


Empiezo a pensar sinceramente que muy bien de la cabeza no estamos.

lunes, 25 de julio de 2011

Un bodorrio, una tarde entre hermanos y un descubrimiento

Ayer celebramos la boda de mi compañera de trabajo. Yo estaba bastante ansiosa por el tema de la peluquería, ya que en la pelu donde voy normalmente no me pudieron dar cita y tuve que pedirla en otra, en apariencia superfashiondivinadelamuerte, pero en realidad bastante choni. Así que después de levantarme a las 6:30 h., para ir a la pelu a las 7:30 h. y para estar saliendo de casa sobre las 10:00 h., y pagar 53 leuros por maquillaje + recogido, va y no me gusta el resultado.


Tengo que decir que hay varias cosas que odio de las bodas (aparte de los borrachos con la corbata en la cabeza):

- Los vestidos largos de princesita (y por extensión, los vestidos típicos de las madrinas).

- Las telas de esos vestidos (esos granates, esos verdes tornasolados, esos brilli-brilli...).

- Los chales. Los odio, no los soporto, son incómodos, quedan mal y no los sé llevar.

- Los peinados típicos de boda que te hacen en la peluquería, de ésos con tirabuzones.


Sí. Estáis en lo cierto. La peluquera choni me hizo un peinado de ese tipo. Yo que quería ir así:




O en su defecto, así:




Pues me dejaron así:



Bueno, no tanto, pero es para ilustrar que yo, que quería ir elegante, acabé yendo como la vecina del quinto de Belén Esteban. Y eso por no hablar del maquillaje: un corte drástico entre las sombras claras y las oscuras, sin difuminar, y lo peor: los labios perfilados de negro. Así, sin anestesia. Cuando llegué al ascensor de casa me los borré con los dedos en medio de un ataque de risa; cuando llegué al cuarto piso no quedaba rastro de perfilador.

Conclusión: la próxima vez, me pongo el moño de calcetines de Isasaweis, o me plancho el pelo con las GHD, y me pinto yo misma. Me sale 53 veces más barato, y al final voy como quiera yo, no como le dé la gana a la peluquera.


Lo demás: la ceremonia (a la que llegamos tarde, apresuradas y con el embellecedor del coche perdido en medio de la autopista), la novia (preciosa), el banquete, las compañeras, el ambiente, la música, la comida, la bebida... ¡todo perfecto! Aguantamos como campeonas los tacones-zancos desde las 9:30 h. de la mañana hasta una hora imprecisa de la noche, las 12 o así. Después, con mis maravillosas sandalitas planas, seguí bailando unas horitas más, sin heridas, sin estrenar las tiritas y sin romper las medias!

Ya hoy al mediodía, me llamaron mis hermanos para comer los tres juntos en casa y pasamos una tarde de lo más tranquila, de charla, siesta y merienda. ¡Nos hacía mucha falta a los tres! ¡Tan cerca que vivimos, y qué poquito nos vemos! Mientras, Pinchiño con sus padres, y mi madre en la comida que organizó con los del facebook (parece ser que los corazonitos (aquí), como les llamamos nosotras, fueron un éxito).

Para terminar este post tan inusualmente largo, algo que me impresionó, aunque no tanto como lo de Amy Winehouse (pobre mujeriña): resulta que esta noche, por primera vez que yo sepa, fui sonámbula. Mi compañera me dijo que a las 7:00 h. me levanté a hacer pis, y no tengo ni el más vago recuerdo. ¿Me levanté y no me enteré? Cada vez que lo pienso sigo flipando.

viernes, 15 de julio de 2011

Mis creaciones de esta semana :)

Esta semana parece que pude dejar un poco de lado la vagancia, y de ahí salió uno de los broches de los que estoy más orgullosa: el barquito velero!



Cuando mi madre me trajo estos apliques en forma de marineritos y timones, inmediatamente vi el broche en mi cabeza. Sí, es supersimple, tampoco hace falta un máster en Diseño de Moda y Complementos para crearlo, pero lo que me gusta es precisamente su simplicidad. No vale que lo diga yo, pero me gusta mucho :)


El barquito velero me despertó de nuevo el gusanillo creativo, por lo que corrí al chino a por unas horquillas para decorarlas con diferentes lacitos y aplicaciones:



Por un lado están estas fresitas/cerecitas (parece un híbrido entre las dos), muy infantiles y veraniegas.




Por otro lado están mis preferidas, las de lacitos de estampado escocés.




Por último, las superpijis de la muerte con telita escocesa y minipompones.


Aún no sé qué voy a hacer con tanta horquilla porque yo no me las voy a poner, a lo mejor hago muchas y las vendo por el boca a boca, que hace maravillas, jejeje.


Mañana vuelvo al chino y les compro todas las horquillas que tengan! La china va a flipar :)







domingo, 3 de julio de 2011

Relax...

Ayer nos fuimos de festival. Mi gente, unas mantas tiradas en el campo, un lacón asado, empanadas de carne, tortillas de patata, chorizos caseros, magdalenas y muffins, juegos populares, espectáculos y música tradicional.



Un día largo, diferente, relajante!
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