Lo prometido es deuda. Aquí van mis primeros pinitos con la customización de camisetas.
La primera que hice es ésta, hace ya unas semanas. No hay fotos del proceso porque tenía tantas ganas de pintarla que ni me acordé del blog, pero es lo más sencillo del mundo.
Lo primero que hice fue recortar la forma de un corazón en una goma de borrar, y estamparla con pintura americana (ni siquiera es pintura especial para tela, pero sirve igual) repetidas veces hasta cubrir la camiseta. Tenía ganas de probar esta técnica porque no hago más que ver tutoriales de carvado de sellos. El mío es bastante más modesto, pero me gusta el resultado :)
Como se ve en la foto, algunos corazones quedaron algo irregulares, pero ni me molesté en retocarlos, me gusta el toque "hecho a mano".
La siguiente camiseta la hice ahora en vacaciones. Me apetecía mucho pintar un gran corazón rojo (también los veo en todas partes últimamente).
Lo mejor fue la técnica empleada: me puse la camiseta y tracé el corazón con boli frente al espejo. Quien lo quiera hacer bien, ASÍ NO. Lo ideal es imprimir la forma del corazón, bien simétrica, y trasladarla luego a la camiseta. Pero a mí a veces me pueden las prisas.
Esta vez sí usé pintura especial para tela. Al pintar tela es importante recordar que se recomienda planchar la prenda, una vez seca, antes de lavarla por primera vez. Yo las plancho poniendo encima un pañito que utilizo sólo para eso.
Como el corazón solo me quedaba un poco soso (y los bordes poco definidos) le cosí una tira de lentejuelas alrededor. ¡Me tocará lavarla a mano!
Para darle el toque final, hice un broche de quita y pon con lazo de topitos...
... y otro azul para cuando quiera darle un toque más
navy.
La última la hice esta tarde. Me llevó unos 10 minutos (sí, ésta la hice sin ponerle tanto mimo).
Aproveché unas tachuelas que tenía en un costurero (el que guarda, siempre tiene) y se las puse por el borde superior, totalmente a ojo. Hasta la quinta tachuela no me di cuenta de que las tenía de dos tamaños (¡aaaargh!), pero lo solucioné alternándolas.
Ésta no me va a durar mucho, me temo; la tela es bastante frágil y no sé si soportará los agujeros de las tachuelas.
Ahora tengo ganas de comprarme otra remesa de camisetas básicas y seguir experimentando. Así mato varios pájaros de un tiro: me relajo, doy rienda suelta a la creatividad (unas veces más que otras), añado modelos nuevos a mi armario, y cuando me canse de ellas, las utilizo para el gimnasio y listo. ¡Todo son ventajas!
P.D.: Me acabo de fijar en que en las fotos las camisetas se ven superarrugadas. En mi defensa diré que la blanca me la acababa de quitar, a la roja le acababa de poner las tachuelas, y la amarilla... pues estaba sin planchar. El próximo DIY lo haré con la plancha al lado.
