jueves, 25 de septiembre de 2014

Mis lecturas del verano

De pequeña era una ratita de biblioteca. Devoraba todos los libros que caían en mis manos. Leía los míos, los de mis hermanos, los de mis primas, los de la biblioteca, y los míos otra vez. Leía las etiquetas del champú, las cajas de cereales, las revistas de aeromodelismo, los prospectos de las medicinas, las revistas de bebés, los libros de bricolaje y jardinería. Me alimentaba de lectura.

Con los años, la lectura por placer se fue resintiendo, primero por la falta de tiempo, y luego por encontrar otros entretenimientos (internet, nintendoDS, candy crush...).

Este año los Reyes Magos me regalaron un ebook. Durante unos meses me costó acostumbrarme y no lo utilicé demasiado. Ahora lo llevo a todas partes y aprovecho cada ratito para leer un poco, aunque alterno los libros con cientos, miles, millones de artículos científicos de psicología.

No me puse ni me voy a poner un reto de estos de leer 50 libros al año ni nada así, porque entonces lo acabaría viendo como una obligación. Voy a seguir leyendo todo lo que pueda y me apetezca.

Ahora que veo la lista de los libros que leí durante este verano, me doy cuenta de lo heterogéneas que son mis decisiones: literatura infantil, juvenil, adulta y ensayo.


LIBROS QUE LEÍ EN VERANO:

- Charlie y la fábrica de chocolate (Roald Dahl): Parece mentira que a estas alturas de mi vida aún tuviera pendiente la otra gran obra del autor de la increíble Matilda. Vi las películas, la antigua y la de Tim Burton, y la verdad es que son bastante fieles a la historia del libro. Me gustó.

- Charlie y el gran ascensor de cristal (Roald Dahl): La delirante segunda parte de la fábrica de chocolate es una locura total. Willy Wonka da mucho miedito.

- Cómo ligar con una estrella de cine (Kristin Harmel): Una especie de sombras de Grey, pero sin sombras ni Grey. Es decir, chica con autoestima por los suelos conoce al chico perfectísimo de la muerte y se enamora. Es para todos los públicos. Novelilla romántica modelna a la que no se le puede pedir mucho, pero a mí me pareció entretenida.

- Cazadores de sombras: ciudad de ceniza (Cassandra Clare): El año pasado vi la película y me pareció un truño infumable. Me dijeron que los libros estaban mucho mejor, así que empecé con el primero y me enganché miserablemente. Me recuerda a Crepúsculo con sus vampiros y hombres lobo y criaturas varias, pero aquí al menos la protagonista es fuerte y luchadora, no una princesita torpe a la que el macho tiene que rescatar continuamente. Clary se sabe defender solita.

- Cazadores de sombras: ciudad de cristal (Cassandra Clare): Éste me lo dejaron. Yo pensaba que era una trilogía, pero me dijeron que son 6 libracos, y que el último sale estos días. Tengo lectura para rato.

- El miedo a la libertad (Erich Fromm): Aquí nos ponemos un poco serios y nos metemos de lleno en uno de los autores imprescindibles en psicología. Realiza un repaso de lo que significa la libertad para la humanidad desde la Edad Media hasta la época en la que fue escrito (años 40).

- La historia interminable (Michael Ende): Igual que Charlie y la fábrica de chocolate, La historia interminable lo tenía en la lista de pendientes desde la infancia. De nuevo otro autor al que admiro (Momo es una de mis biblias). Me entró el gusanillo de leerlo gracias a Aida. Si alguien me vio leer en la playa tenía que ser un espectáculo, porque en la primera parte me metí en la piel de Bastian y flipaba al mismo tiempo que él, abriendo mucho los ojos y seguramente poniendo caras. Me parece una obra maestra.

- El año que trafiqué con mujeres (Antonio Salas): El autor (con seudónimo) de Diario de un skin (que aún tengo pendiente de leer) se infiltra en una trama de compraventa de mujeres. Me pareció crudo, duro y horrible, sobre todo porque todo lo que cuenta es real, está retratando el sufrimiento de miles de personas reales. Ese Antonio Salas, sea quien sea, es un tío valiente.

- Diario de una ninfómana (Valerie Tasso): Éste lo leí hace años, pero me apetecía volver a leerlo porque Antonio Salas también habla de ella en su libro. Valerie, que hace unos años participó como colaboradora en Crónicas Marcianas, habla de su relación con el amor y la sexualidad, y cómo acabó metida voluntariamente en la protitución de lujo.

- El árbol lejano (Enid Blyton): Viniendo de la autora de los geniales libros de Los cinco, me esperaba un libro divertido y lleno de aventuras. En lugar de eso, me encuentro un delirio de personajes cursis llamados Caraluna, Cacharros o Seditas. Un mojón pinchado en un palo.

- Diario (Ana Frank): Éste lo leí en mi adolescencia, pero tenía ganas de leerlo otra vez. Me sorprendí a mí misma observando, desde mi perspectiva adulta, la evolución de la personalidad de Ana y los altibajos emocionales causados por tantos meses de encierro. Acabé de leerlo justo el último día del verano.


LIBROS QUE NO CONSEGUÍ ACABAR:

- Amigas entre fogones (Kate Jacobs): Gus es una cocinera famosa, una Arguiñano americana, que al cumplir 50 años se ve desplazada por cocineros más jóvenes. No fui capaz de leer más, no me enganchó nada nadita.


LIBRO QUE ESTOY LEYENDO AHORA:

- Edad prohibida (Torcuato Luca de Tena): De momento me está gustando, pero ya si eso os lo cuento en otra entrada :)


¡Y esto es todo! Para el poco tiempo que tengo ahora, ¡11 libros es todo un récord!

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¡Por fin tengo twitter!

Paso por aquí medio minuto para contaros que al final sucumbí y me hice una cuenta de twitter. A ver si me familiarizo con él prontito y no lo acabo abandonando como al pobre Pinterest :(


Así que os invito a hacerme una visitilla en la cuenta @s0f1t4 (de momento no tengo casi tweets publicados, ¡todo se andará!)

viernes, 19 de septiembre de 2014

Kokitrucos

 Ante la falta de inspiración que me invade durante las últimas semanas, toca otra vez post chorra. Esta vez voy a hacer una pequeña recopilación de pequeños trucos de la vida diaria. A lo mejor los leéis y pensáis: "pues vaya mojón de truco", pero bueno, a mí me funcionan, y por eso los comparto :)


- Regar las plantas: Yo me marco un día a la semana para regarlas, aumentando la frecuencia si veo que lo necesitan. Las riego todos los domingos, y siempre por la tarde-noche para que no se quemen. Pero ojo, riego semanalmente las plantas "normales". Las suculentas y los cactus no necesitan tanta agua, así que los suelo regar una vez al mes. ¿Y cómo acordarte una vez al mes de regar los cactus? Pues los riegas el día que te venga la regla. Las plantas de aire se pueden salpicar con un pulverizador o sumergirlas en agua durante 10 minutos, también una vez a la semana. Las orquídeas son las más caprichosas de todas. Dicen que lo ideal es meter entre una maceta y otra unas bolitas de cerámica y mantenerlas siempre húmedas. Si las raíces de la orquídea están verdes, perfecto; si están blancas, la planta necesita más humedad. Pero las raíces no pueden estar en contacto directo mucho tiempo con el agua. También dicen que el agua más adecuada para ellas es la Bezoya. Ay, nuestras amigas las orquídeas, qué mimo tienen.


- Llevar falda cuando tienes las piernas gorditas: Estará de moda el tema ese del thigh gap (¿o eso es muy 2013?), pero hija, el cuerpo no se puede adaptar a las modas. Ya no se trata de estar más gordita o más delgada, es un tema del lugar donde nuestro cuerpo acumula la grasa para que tengamos más posibilidades de sobrevivir si hay un apocalipsis zombie o algo. Y muchas acumulamos estas grasitas (entre otras zonas) en los muslos. Y éstos se tocan al andar. Es un hecho. Con pantalones no pasa nada, pero con vestidos o faldas ese roce es muy incómodo, hasta el punto de llegar a salir rojeces y granitos. Yo encontré dos soluciones:
        - Solución 1: pantalón ciclista o megabragafajaglamourosadelamuerte por debajo del vestido. Si no hace demasiado calor, es una opción cómoda, excepto si hace viento. Si hace viento podéis llegar a hacer un Marilyn involuntario, pero en versión Nucha e Mucha. A mi no me pasó. Me lo contó una amiga. Ejem.
        - Solución 2: stick antirrozaduras para los pies, pero aplicado en nuestros señores jamones. Yo usé el de Compeed y el de Mercadona, y funcionan los dos, pero este último se desmigaja un poco. Conviene llevarlos en el bolso para reaplicarlos a lo largo del día.


- Maquillarte usando gafas: Todas sabemos el orden que hay que seguir para maquillarnos, según las que entienden del tema: base, sombras, delineador y máscara de pestañas. Pues yo para diario, que me maquillo muy poquito, hago al revés: rimmel, polvos matificadores y delineador. ¿Por qué? Pues porque llevo gafas. Así, al echarme el rimmel primero, le doy tiempo para que se seque. Me sigo maquillando tranquilamente y me aliso el flequillo, y ya me puedo poner las gafas sin tener que esperar para que no se manchen.


- Modo maruja ON: En vez de pasar la aspiradora por toda la casa y luego fregar todo el suelo, voy por zonas: aspiro la habitación - friego la habitación - aspiro el pasillo -friego el pasillo, y así al llegar a la cocina me hago una infusión o un tentempié, termina de secar todo enseguida y ya puedo fregar la cocina sin quedarme encerrada.


- Bolsas del súper como bolsas de basura: En mi casa vivo yo sola, así que genero muy poquitos residuos. Una bolsa normal de basura me duraría un montón, ahí pudriéndose todo, así que uso bolsas más pequeñas para poder tirarlas a menudo. De todas formas los cubos (¡tengo 5 en un cajón gigante! El que diseñó el piso debe de ser fan del reciclaje) los cubro por dentro con bolsas de basura perfumadas, y entre la bolsa y el cubo meto papel de periódico o de revista. Estas bolsas también las lleno cada poco tiempo para poder cambiarlas. Para lavar los cubos, los dejo a remojo con agua caliente, lejía y fairy y más tarde los aclaro. Extremo la limpieza de los cubos porque al estar dentro de un cajón es más fácil que cojan olores, y no quiero olores chungos in my house.


- Zapatos resbalosos: Ves en una tienda unas sandalias monísimas. Te las pruebas, parecen cómodas. Andas un rato por la tienda. Todo bien. Las compras. Un día las estrenas, y como las plantillas están hechas de plastiquete, tus pies empiezan a sudar y a resbalar. Acabas caminando como una cigüeña. ¿Mi truco? Cuando compro sandalias nuevas, antes de estrenarlas las llevo al zapatero para que les pegue unas plantillas de piel. Si el zapato es más cerrado, compro las plantillas sueltas y las recorto a medida. Al ser de piel, absorben la humedad y los pies no sudan tanto. ¡Ah! Y tapas nuevas siempre. Las tapas que vienen con el calzado no duran nada. Mi zapatero está feliz de la vida conmigo.


- Material para manualidades: Las más mañosas este truco ya lo conocéis. Se trata de aprovechar todo lo que esté a tu alcance para utilizarlo como posible material en una manualidad. Los lazos estos finitos que en teoría sirven para colgar las chaquetas. Los botones de una prenda vieja que está para tirar. Abalorios de una pulsera rota. Una lata monísima de galletas para guardar los hilos. ¡Todo vale! ¡Y así nació el scrapbooking!


- Camina más: Dicen los médicos que es recomendable andar media hora al día. A veces no podemos sacar esa media hora de ningún lado, y nos tenemos que conformar con los pequeños trayectos de casa al coche, en el pasillo del súper, del cesto de la ropa a la lavadora... Pero así nunca sabemos cuánto anduvimos. Yo llevo un podómetro (9 o 10 € en tiendas de deporte) y cada noche compruebo los pasos que di. Aquí cada una se pone el reto que considere después de observarse durante unos días. Mi meta diaria, por ejemplo, está en 5000 pasos, que tampoco es demasiado, pero es lo que en mi actividad cotidiana puedo conseguir.


Y esto es todo por el momento, ¿qué os parecen mis kokitrucos? Os animo a que me aportéis algún truquillo absurdo como los míos en los comentarios :)
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